La novela histórica fue un subgénero narrativo muy de moda en la época romántica, debido sobre todo al gran interés que las obras de Walter Scott suscitaron en España, así como en toda Europa. Casi todos los autores destacados del Romanticismo español escribieron narraciones de este tipo, consiguiendo en ocasiones un éxito considerable. La gloriosa Edad Media española, en la mayoría de los casos, la conquista de América, o acontecimientos más recientes, son a menudo el escenario predilecto del género, en el que la ficción se mezcla con la realidad histórica en un conjunto que reconstruye un modelo de vida pretérito e idealizado. La centralidad de la hermosísima heroína es la base del desarrollo argumental de este tipo de obras ya que protagoniza las escenas más importantes, desencadena a menudo la acción narrativa y es, también, el personaje mejor caracterizado.